24/03/23

La pornificación de la sociedad como estrategia de reproducción de la violencia sexual.

Hola de nuevo chicos y chicas👋. Espero que tengáis un buen fin de semana💃.

Esta semana en clase de TIC se abrió un debate en relación al consumo de pornografía. Debate en el que hubo dos posicionamientos: algunas personas se posicionaron a favor de su consumo argumentando que lo que se necesita es buscar alternativas para que los jóvenes no construyan su sexualidad a raíz de lo que visualicen en el porno. Por otro lado, hubo quienes se posicionaron en contra argumentando que la pornografía está pensada para hombres y reproduce estándares muy machistas, por lo que es necesaria su erradicación.

Fuente: Imagen de dominio público.

Lo cierto es que la pornografía del siglo XXI ha seguido un proceso de normalización, legitimación y expansión. Consumir pornografía se ha convertido en una actividad cotidiana en la vida de las personas, su contenido penetra fuertemente en sus conciencias e incluso modifica sus costumbres. Este fenómeno se conoce como pornificación de la sociedad.

El consumo de porno en internet se ha convertido en la fuente primaria de niños, niñas y adolescentes para obtener información sobre sexualidad, incluso antes de que se haya estructurado la misma. Los y las profesionales que estudian la pornografía en su totalidad, la consideran un lastre para el futuro de las personas, ya que millones de jóvenes y adolescentes, sobre todo hombres, generan dependencia desde niños y niñas a ejercer su consumo y a través de ello, estructuran su visión del amor y del sexo basándose en expectativas que son irreales y anómalas.

La industria del porno es un mercado de cuerpos millonario cuyo principal instrumento es la dominación masculina sobre las mujeres, utiliza el cuerpo de las mismas como "trofeo" al que los hombres pueden acceder de forma totalmente gratuita, no solo física sino también simbológicamente mediante imágenes. Su consumo ha generado grandes daños físicos y psicológicos en la sociedad, en especial en la población más joven.

Según un estudio realizado por Save the Children titulado Informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia, (2020) “Casi siete de cada diez adolescentes consumen pornografía, a la que acceden por primera vez a los doce años. Los y las adolescentes ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2%) consumen estos contenidos sexuales de forma frecuente. Este consumo se produce en la intimidad (93,9%), a través del teléfono móvil, y se centra en contenidos gratuitos online (98,5%), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad. Así lo revela el informe que ha elaborado Save the Children para estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y el impacto que estos tienen en sus relaciones y su desarrollo. [...] En total, el informe ha contado con la participación de 1.753 chicos y chicas de entre 13 y 17 años, que han respondido a una encuesta y participado en diferentes talleres. El análisis se ha hecho con enfoque de género y diversidad para conocer, entre otras cuestiones, si el consumo y la percepción de lo que ven varía según el género o las preferencias sexuales o si el colectivo LGTBI se siente representado. 

Según este estudio, las relaciones en grupo entre compañeros y compañeras son clave en la iniciación al consumo: el 51,2%, accede mediante el intercambio entre sus amistades de fotos o vídeos por WhatsApp o redes sociales. Ahora bien, también se dan otras realidades: para un 28,5% (principalmente chicos), la primera toma de contacto responde a una búsqueda activa, mientras que un 17,4% (en su mayoría chicas), se ha encontrado con estos contenidos de forma accidental mientras navegaba por Internet. Para el 30% de los y las adolescentes la pornografía es el único recurso para aprender sobre sexualidad y casi la mitad de las personas encuestadas echa en falta tener más información sobre cuestiones afectivo-sexuales. 

El estudio también revela que el 54,1% de los adolescentes, en su mayoría los chicos, cree que la pornografía da ideas para sus propias experiencias sexuales y al 54,9% le gustaría poner en práctica lo que ha visto. El 47,4% de los adolescentes que ha visto contenido pornográfico ha llevado alguna escena a la práctica. Con relación a este último punto, Save the Children considera especialmente preocupante que, cuando intentan imitar lo que ven, no siempre solicitan consentimiento previo a su pareja. El 12,2% de los chicos lo ha hecho sin el consentimiento explícito de la pareja y sin que a esta le haya parecido bien, frente al 6,3% de las chicas. [...] Así, mientras el 87,5% de los chicos afirma haber visto pornografía alguna vez en su vida; este porcentaje desciende al 38,9% en el caso de las chicas”.

El efecto “educativo” que genera el consumo de pornografía en las personas no es un mito sino una realidad, sobre todo en jóvenes, que forjan su sexualidad en relación con lo visualizado en el porno y así lo demuestran los estudios realizados acerca de cómo afecta e influye su consumo en los mismos. La pornografía y la prostitución arrebatan vidas, la vida de millones de mujeres que son secuestradas, raptadas, engañadas y forjadas a que sus cuerpos sean utilizados como si de meros muebles se tratase, cuerpos de fácil acceso que los hombres manejan a su antojo.

Es necesario que los estados implementen medidas e inviertan a favor de la educación para que las personas reciban desde pequeños y pequeñas una educación afectivo- sexual en todos los sentidos y puedan construir su sexualidad de una forma sana y placentera para ambos sexos y no cuenten con la necesidad de acudir a medios como la pornografía para aprender sobre sexualidad. Hace falta una educación íntegra en relaciones afectivo-sexuales para que las personas no utilicen la pornografía como medio para aprender sobre la misma.

Mar Hernández, psicóloga y educadora escolar de Valladolid, explicó en una de las ponencias que impartió y que tuve el placer de asistir, como se debe educar a los jóvenes en este ámbito: “Lo primero que se debe educar es en el conocimiento del sexo, tanto masculino como femenino, autoexploración, higiene íntima, el ciclo menstrual, etc. Es algo que se debe hablar con naturalidad en las aulas y en casa, pero muchas veces los niños están desinformados y recurren a redes sociales y páginas pornográficas para informarse sobre el tema”.

Dicho todo esto: ¿Cuál es vuestra opinión sobre este tema?, ¿consideráis que es necesario que la pornografía sea erradicada, o no?

Un saludo👌.

Webgrafía:

https://www.savethechildren.es/notasprensa/informe-de-save-children-casi-7-de-cada-10-adolescentes-consumen-pornografia-la-que


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